..Perdida..

Querido diario:

Mi abuelo siempre ha dicho ante los problemas "Si tienen solución, ¿pa qué se preocupa? Si no tienen solución, ¿pa qué se preocupa?", y es una filosofía muy sabía.

   En ocasiones he sentido que las situaciones me superan, me siento perdida, desanimada, sin motivación, y con muchas muchas ganas de llorar y salir corriendo. Queriendo  sólo desaparecer, resetear mi vida y comenzar de nuevo. De pronto mi brújula enloquece y se vuelve torpe, pierdo el norte y no importa que dirección tome siempre resultará ser la equivocada. Y así, me vuelvo coleccionista de malas decisiones y todo ello me consume.

   Querido diario, ¿has tenido alguna vez esa sensación de que no importa qué o cómo, todo sale mal? Pues bien, yo sí,  y no una o dos, sino varias veces, y es una mierda. A veces lloro, lloro con el rostro cubierto por la almohada para evitar ser escuchada, lloro hasta cansarme, hasta más no poder, y otras, querido diario, surgen en mí pensamientos poco gratos, ideas tontas que pretenden venderme paz, y sabes, temo a esos pensamientos, temo llegar a ceder ante ellos y cometer una tontería. 

     Sé que no soy la única en el mundo con problemas, pero en esos momentos me vuelvo egoista, ciega, tonta, que me valen madre los demás, y sólo me dejo abrazar por mi situación, por no hallar la salida. Diablos!!! ¿Por qué  rayos dicen que el dinero no es la felicidad si vivimos en un mundo que se mueve principalmente con dinero? Al menos hoy en día es así. Actualmente los buenos sentimientos, los valores, las buenas intenciones, joder, el amor mismo, todo eso ya no tienen tanta importancia; son pocas, poquísimas, las personas que aún mueven su mundo con base en ello y ¿qué  reciben a cambio?, ajá, mierda reciben a cambio, problemas financieros, problemas amorosos, estres y más estres, lejos de una vida tranquila, algo, que si tuvieran dinero, sería diferente.

      Ya sé, no soy yo misma, lo sé; eso me sucede de pronto, luego lloro, lloro, maldigo, lanzo mierda al viento, grito, pataleo y hago mi respectivo drama (es valido, ¿no?); muchas veces, incluso, acudo a alguien que me abrace sin decir nada, sólo un abrazo fuerte y que me deje llorar. Y entonces me envuelve  una luz cálida que reconforta y escucho a mi abuelo con sus bellas palabras "usted es bien chingona mi negra", "usted puede", "¿quién es la más chingona de mis nietas?", y sonrió, algo pasa que me siento más liviana y sola me digo, claro que puedo y si no es de un modo será de otro pero podré. Los problemas financieros, bueno si no tengo con qué  pues es simple, no hay modo de mágicamente hacer dinero, así qué "hagan lo que deban hacer", de lo demás saldré poco a poco, y reajusto mi actitud a un modo "todo está bien". Me obligo a sonreir ante los problemas, tanto, tanto, hasta convencerme de que vale la pena, y entonces mi visión cambia y mis problemas ya no se ven tan cabrones como pensé, comienzo a reorganizar mis ideas y mi sentir y me siento motivada, perdida igual,  pero positiva, positivamente perdida (yeiiii), perdida, porque no tengo ni puta idea de qué haré, o cómo o en qué orden; pero segurísima de qué debo actuar, hacer que todo comience a fluir de nuevo. Y ahí voy,  tomando torpes decisiones, con miedo al porvenir, pero tambien esperanzada, motivada, con fe, sobretodo fe en mí misma. Y recuerdo otra frase que mi abuelo dice mucho, aunque no es de él, "quien domina la mente, lo domina todo" (what??? Osea cómo), la medité mucho, hasta que la comprendí y tiene razón, todo comienza ahí, en la calidad de mis pensamientos.

     Por eso, querido diario, sigo adelante, tan imperfecta como soy, trastabillando a veces, cayendo muchas otras, pero sin dejar de moverme, porque la vida sigue y yo con ella. ¿Mi frase de hoy?

    "Si la vida te da la espalda... agarrale las nalgas"

     Con amor, Jess.