Mi Diario.. Jess: ...I Feel...

20 de Septiembre del 2020

Querido diario:

Pudiera redactar un libro contando a detalle todo lo que en estos momentos estoy sintiendo, no lo haré, sería muy extenso y agotador para mis dedos tanto teclear; aunque sé de alguien que dirá "sí, escribílo che" jajaja. Y es precisamente ese alguien el causante de todo mi sentir; un argento cabrón que con sumo cuidado se fue haciendo un espacio en mi pensamiento, astutamente, conquistó primero mi intelecto para entonces aventurarse a conquistar mi sentido emocional, y lo hizo, lo hace, lo hará.

Y aquí estoy tomando esta nueva aventura, sujeta de su mano, caminando a su lado y dejándome sorprender por la vida misma. Sí, sé que con frecuencia (ni tanta) se dice "ahora sí de aquí soy", pero joder, ¿acaso no es parte de la vida el buscar, el intentar, el confiar? Claro que lo es. Y de las experiencias aprendo, así como dijo un famoso inventor hace mucho mucho mucho tiempo "Aprendí cien maneras de no hacerlo", y es así, cada experiencia se tilda de buena, de la mejor, de única, no por presuntuosa o inocente, sino porque la experiencia en si será inigualable y las enseñanzas que dejará serán extraordinarias; además, no hay modo de que estés donde estás sin haber pasado por lo que pasaste. Y sí, todo estaba listo para que nuestros caminos se cruzarán, y astuto él, astuta yo, no íbamos a perder la oportunidad. Y no lo hacemos.

Hoy, querido diario, me siento en paz, mantengo constante esa estabilidad que me agrada, ese sentimiento de pertenencia, de compatibilidad, son únicos y fortalecen sobremanera el ser. Es mantener la mente ocupada pensando, planeando, buscando qué hacer para que su sonrisa estalle, o su ternura, o su romance, incluso (y sobretodo) su lado más perverso (o el mío ñam ñam). Me fascina, me encanta, ese modo tan suyo de sorprenderme, de mostrarme su amor, su confianza; de compartir esa necesidad de estar juntos, de tenernos, de entregarnos, de rendirnos plenamente a nuestros pies.

Sí, me tiene en sus manos, a su merced, a su antojo, a su placer, me rendí totalmente ante él y lo disfruto. Me siento segura a su lado, protegida, respetada, amada, consentida, valorada. Y lo mejor, que su presencia en mi vida solo me motivan a sacar lo mejor de mí, a esforzarme día a día por ser mejor por mí, para mí, para él. Y somos, sin duda alguna, él uno del otro.

¿Qué como me siento? Maravillosamente yo, plena.

Con amor, Jess.