18 de Noviembre del 2020
Querido diario:
Alguna vez, hace algún tiempo (no mucho tampoco), soñaba con ser un ser mágico. Una Bruja poderosa y malvada, para ser más especifica. Pero no de esas brujas chafas que viven en torno a destruir el amor de la noble e indefensa princesita.. No, yo me veía como una bruja poderosa que se enfrentaba a otra fuerza aún más poderosa, que retaba a quien fuere, que se imponía y hacía su santa voluntad. Ja!!
Luego empecé a pulir más mi pensamiento y deseo y desee ser una elfa o hada o duende. Un ser que dominará el clima. Pasaba largos ratos contemplando, por la ventana, la lluvia caer y el modo en que mis fascinantes super poderes, con sólo un pensamiento, transformaban la lluvia a nieve o a un maravilloso día soleado. Me vi siendo poderosa e implacable. Niña al fin. Me situé durante algunos años en ser la Reina de la Nieve, de esas reinas divertidas que le encantaba jugar y corretear. Tumbarse en la nieve, lanzar bolas de nieve, o simplemente sumergirse entre los escenarios más fantásticos que mi mente podía desarrollar. Sentía plena y absoluta libertad, mientras miraba el modo de ayudar a quien así lo necesitara.
Awwww!! Querido diario. Sólo recuerdos quedan de esa maravillosa fantasía. Aunque igual me sigue fascinando crear universos paralelos con historias paralelas que recaen en la fantasía e imaginación. Aún sueño despierta con ser de nuevo la Reina de la Nieve y hacer enormes muñecos con nariz de zanahoria, beber chocolate a mi antojo y comer ricas y deliciosas galletitas de mantequilla. Ñaaam!!!
Porque soñar, querido diario, soñar no es algo prohibido y no tiene edad, Soñar, te permite mantener la mente activa y amplía tu perspectiva para tomar mejores decisiones. Así que hoy, mi dulce diario. Hoy soy la Reina de la Nieve y mañana haré nevar. Qué importa que llegue el frio si mi corazón palpita repleto de amor y cuidado. Qué importa si la nieve me hace estremecer si mi cuerpo ha temblado bajo un delicioso deseo. Qué más da ser una con la nieve, sí yo del todo a los brazos de mi amor pertenezco. Qué más da!! Que se suelte la nevada, que hoy soy Reina de la Nieve y por siempre Reina en su corazón.
Con amor, Jess.
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