14 de Noviembre del 2020
Querido diario:
Soy muy afortunada. Sí, tengo una de las riquezas más grandes de todos los tiempos. el libre albedrío. Esa maravillosa y peligrosa virtud de poder elegir mi camino. Cuántas personas se han visto privadas de esa facultad. Y cuántas más, que teniéndola, no la valoran.
Será que huyen de la responsabilidad que implica?. De las consecuencias?.
Al final todo ello suma, dándote mayor riqueza con la experiencia. Adhiriendo a ti la madurez y el saber meditar mejor tus decisiones.
Qué si todo fuera fácil, poco se disfrutaría. Porque lo que realmente vale, cuesta (y no dinero). Cuesta tiempo, dedicación, constancia, amor y mucha paciencia. Y cuando al fin puliste esa virtud, te alcanza la plenitud y la consciencia madura. Disfrutando así de todo, positivo o negativo, lo disfrutas, porque sabes que de todo puede resultar lo mejor.
La realidad, querido diario, es que tengo sueño y prometí dormir temprano, pero quise escribirte. Contarte que mi día estuvo un poquitin frustrante por la tecnología. Pero sabes, por encima de todo ello que pudo sacarme de quicio. Destaca la paciencia que él me tuvo, el apoyo que me da, su empatía. Todo ello se han vuelto parte de mi tesoro personal, de mi riqueza, de mi fortaleza. Así que soy millonaria, y gran parte es por tenerlo a mí lado.
Me voy a la cama. Me dará frío si duermo así?? En fin. Dulces sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario